En el último cuarto del siglo XIX, en el
panorama artístico español, se aprecia un cambio. La denominada “pintura de
historia” va dejando paso a la pintura de “realismo social”, más acorde con las
transformaciones que se han ido consolidando desde el asentamiento del
liberalismo en España aunque no alcanzó el mismo desarrollo que en otros países
europeos como, por ejemplo, Francia.
El pintor José Jiménez Aranda (1837-1903) es de los primeros artistas en
abordar esta nueva orientación y lo hace presentando, en la Exposición Nacional
de las Bellas Artes, el lienzo Una
desgracia (1890).
En este cuadro podemos captar las distintas
reacciones entre un grupo de transeúntes ante el accidente laboral que se
ha producido, contemplan el cuerpo de un albañil, que acaba de caerse del
andamio en el que trabajaba. Los gestos de horror de la mayoría de las figuras,
especialmente la mujer de primer plano que tapa con su mano derecha el rostro,
y las tonalidades grisáceas de la luz indican que nos encontramos ante una desgracia,
como bien reza el título.
"Una desgracia" 1890 |
Joaquín Sorolla
Bastida (1864-1923) es otro de los maestros del panorama
artístico español que se dejo llevar por las nuevas tendencias y la década
final del siglo, ejecutó cuatro lienzos plasmando esa nueva orientación; si bien
hay que resaltar que fue algo más bien testimonial, en el conjunto de sus obra
(alrededor de 213 obras catalogadas).
En el primero de ellos, titulado Otra Margarita (1892), la escena transcurre en un vagón de tercera
clase, donde una madre infanticida es trasladada a prisión por una pareja de la
Guardia Civil. El tema, de por sí dramático, adquiere una mayor intensidad al
acentuar el artista valenciano la dureza de la expresión de la protagonista.
"Otra Margarita" 1892 |
En 1894, con Aún
dicen que el pescado es caro rinde homenaje a su gran amigo Vicente Blasco
Ibáñez, representando en este lienzo un pasaje de la novela Flor de Mayo, publicada ese mismo año.
En uno de los pasajes, muere en el mar un pescador
llamado Pascualet, y su tía se lamenta de lo sucedido mientras exclama: ¡Que
viniesen allí todas las zorras que regateaban al comprar en la pescadería! ¿Aún
les parecía caro el pescado? ¡A duro debía costar la libra...!
La escena que se representa muestra a dos pescadores
mientras atienden a un tercero que ha sufrido un accidente, este se encuentra
con el torso desnudo y de su cuello pende una medalla que probablemente
corresponde a la virgen del Carmen, protectora de los hombres del mar. Alrededor de los
personajes pueden observarse diversos objetos habituales en el interior de las
embarcaciones, un candil, un tonel para el agua dulce, cuerdas y varios peces.
" Y aún dicen que el pescado es caro" 1894 |
En tercer cuadro, Trata
de blancas, fechado en 1895, la escena se desarrolla también en el vagón de un tren, en el cuadro aparecen representadas un grupo de mujeres vestidas a modo de
campesinas con mantillas y pañuelos en sus cabezas que semejan estar
dormitando, a excepción de la anciana de negro que las acompaña, la cual
permanece despierta y vigilante.
Con el
angosto espacio que se refleja en el cuadro, el pintor trata de simbolizar la
imposibilidad de huir del destino. Sin embargo, la alusión a la prostitución se
hace de una manera velada, revelándose una gran piedad por parte del autor de
cara al tema.
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