LOS ESCLAVOS
Las cuatro
esculturas estaban destinadas a formar parte de un mausoleo que debía alzarse
bajo la cúpula de la basílica de san Pedro en el Vaticano para alojar los
restos del papa Julio II de la Rovere.
Los esclavos
constituyen un buen ejemplo para comprender la técnica del inacabado de Miguel
Ángel, sus formas inacabadas logran transmitir la sensación del sobreesfuerzo
humano e las figuras por liberarse de la materia.
EL JOVEN
ESCLAVO
c. 1530. 256 cm de altura
Esta
representado con las rodillas ligeramente flexionadas, mostrando un caminar
cansado, en el gesto de levantar el brazo izquierdo por encima dl rostro,
mientras que el brazo derecho se desliza por detrás de la cadera. La figura
emerge del bloque de mármol, aun sin esculpir por el dorso, y presenta
distintos grados de acabado, la cabeza apenas esbozada, mientras que el busto
esta mejor definido por el lado izquierdo que por el derecho.
ESCLAVO
BARBUDO.
c. 1530. 263 cm
de altura.
El más acabado
de los cuatro esclavos tiene la cara cubierta por una espesa y rizada barba, mientras que sus muslos se ciñen por una tela. El busto exhibe un
sensacional modelado, resaltando los detalles de su poderosa anatomía.
ESCLAVO ATLAS
c. 1530. 277 cm
de altura.
Parece sujetar una
piedra en la cabeza a pesar de que la piedra sea la misma cabeza, puesto que no
se separa ni se distingue de ella. Las piernas están separadas y los brazos
doblados, intentando levantar el gran peso cargado sobre los anchos hombros.
ESCLAVO DESPERTANDOSE
c. 1530. 267 cm
de altura.
El
impresionante bloque de mármol apenas deja emerger de uno de sus costados el
cuerpo robusto de esta figura. El rostro se adivina con dificultad en los
rasgos esbozados mientras que la doblada pierna derecha se
inclina hacia adelante, gesto que se repite en el brazo.
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