sábado, 1 de junio de 2013

AGNUS DEI. F. Zurbaran. 1664. Museo del Prado.


Zurbarán represento en varias ocasiones el cordero como víctima propicia al sacrificio y por tanto como símbolo de Cristo, cuya muerte salvaría a la humanidad del pecado. Esta es la más refinada y la de mayor calidad de todas las. El animal, un carnerillo en este caso, aparece con las patas atadas, con una expresión de mansedumbre y dando sensación de abandono.
El pintor utiliza los mínimos elementos indispensables y una reducida gama de colores, una mancha luminosa dispuesta sobre una superficie gris indeterminada y que destaca sobre un fondo de densa oscuridad.
         Esta obra al mismo tiempo es un ejemplo de su capacidad técnica para mostrar los detalles y las texturas, lo que se manifiesta en la humedad del hocico o el los ojos, con sus delicadas pestañas, así como en la aspereza de los cuernos y el tacto esponjoso de la lana un poco sucia que le confiere mayor realismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario