La visita a enfermos a
centros hospitalarios fue y es, desde el desarrollo de los hospitales
medievales, una de las medidas que más han contribuido a reducir los efectos de
las enfermedades infecciosas y de las epidemias, junto al fomento de la higiene
y la salubridad pública.
El campo de la
prevención, sobre todo, ha tenido su fiel aliado en el seguimiento y
tratamiento del enfermo en el centro sanitario bien concebido.
La sensibilización social
y el interés científico suscitado por estos aspectos de la medicina quedan bien
reflejados en esta obra, de gran formato, que en su día desbanco a los grandes
temas de “pintura de historia”, para ganar la medalla de honor en la Exposición
Universal de París en 1899.
Estamos por tanto ante un
hito de la pintura en el que se muestran los esfuerzos en la lucha contra la
enfermedad infecciosa personificados en la figura del médico anciano, quien
ausculta a la enferma, bajo la mirada atenta de sus discípulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario