Esta tabla recoge la primera aparición de Cristo tras su
muerte en la cruz. Maria Magdalena lujosamente ataviada a la moda del siglo
XVI, se arrodilla con sumo respeto ante un labrador en quien reconoce a Cristo
resucitado.
Cristo aparece rodeado de los aperos de labranza, señala al
cielo mientras pronuncia la frase que título al cuadro: “ No me toques (noli me
tangere) que todavía no he subido al padre”.
En este cuadro se puede apreciar la influencia de Rafael y
Miguel Ángel, que se suma la de Mantegna y Leonardo, pero formulando un
clasicismo muy personal, de gran influencia en la pintura italiana posterior.
Se aprecia un minucioso tratamiento de la naturaleza en
todos los detalles, destaca la prodigiosa composición de tensión diagonal, que
contrapone la agitación de la figura de la Magdalena con la monumental
serenidad de Cristo.
Noli me Tangere |
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