Este monumento norteamericano ha
tenido una influencia significativa en la arquitectura del siglo XX. Cuentan
que cuando el sr. Kaufmann llamo a
Wright que llegaría en tres horas a su estudio para ver como iba el proyecto de
su casa en la cascada, este todavía no había dibujado ni una sola línea.
La casa de la cascada fue concebida
en la mente del arquitecto en nueve meses, y dibujada tan solo en dos horas,
que sería el tiempo que el propietario tardo en llegar al estudio.
Este proyecto que le devolvió el
éxito a un sexagenario que llevaba años sin realizar un trabajo importante
significaría la materialización pura de la arquitectura organicista del
arquitecto.
La vivienda se erige sobre el
paisaje, con el sonido omnipresente del agua y los tonos verdes del paisaje, de
los alrededores, por eso se podría decir sin equivocarnos que la casa se funde
con el entorno.
El juego de la horizontalidad,
marcado por los grandes voladizos que se extiende hacia el exterior y que
forman un escalonamiento con las cascadas, apoyada sobre una verticalidad
reflejada en la chimenea; el basamento en forma de parrilla, la construcción de
la casa sobre roca y vacío, todo esto implicó una revolución estructural.
La casa se compone de dos partes: la
casa del propietario, con tres alturas y una casa para los invitados de dos
alturas más alejada del agua.
Wright
concibe el edificio en la imaginación, no en el papel, sino en la mente.
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